
El actor Quimet Pla interpreta al viejo Krapp, un hombre a quien le gusta grabar su diario con un magnetófono. Encuentra una vieja cinta, donde escucha un yo pasado, y a raíz de aquí Krapp empieza a repasar momentos cruciales de su vida, enfrontándose a una realidad que a menudo le disgusta. El reputado Jordi Coca dirige un espectáculo en el que tanto la puesta en escena, con un espacio prácticamente vacío con algunos trastos viejos, como el espacio sonoro, a parte de la interpretación de Pla, ayudan a penetrar en un personaje retratado con crudeza por Samuel Beckett.
Y es que este Krapp simboliza un presente sin esperanza tras un viaje por un pasado en el que las experiencias vividas resultan vacías y sin sentido. Vamos, en la línia habitual de Beckett, quien escribió esta obra en 1954, cuando su mirada hacia la condición humana se mostraba más cruda e incisiva que nunca. Por eso, un consejo: pesimistas incurables mejor abstenerse.
- Hasta el 29 de julio de 2007
Representaciones:
Viernes y sábado, a las 22 h.
Domingo, a las 19 h.