Gucci, una de las últimas luxury brands en aterrizar en el cotizado Paseo de Gracia barcelonés, se halla tranquila y majestuosa en su magnífico enclave de 1000 metros cuadrados desde el que trata de abrirse camino, a codazos, entre las macrotiendas de alto standing made in France and Italy.

En los dos últimos años, el Paseo de Gracia de Barcelona se ha convertido en una de las mayores aglomeraciones de moda y lujo por metro cuadrado del Estado. La presencia de firmas como Gucci en dicho paseo, y de sus recelosas vecinas D&G, Valentino, Chanel y Louis Vuitton (por nombrar algunas), venía siendo necesaria en una Barcelona que aspira a ser algo así como una capital de la moda pero que, sin embargo, viaja a remolque de Madrid, como foco de inversión de grandes marcas de lujo.
El nuevo feudo de la firma italiana, el mayor de los tres que tiene en España, posee una decoración exquisita y muy sofisticada. La boutique cuenta con dos entradas, una que da acceso a la colección de prêt à porter masculina y otra, que lo hace directo a la prohibitiva marroquinería, dejando la parte interior de la tienda a disposición de la colección de mujer.
Sin duda, la apertura de esta tienda es fruto de una fuerte apuesta por la imagen corporativa de Gucci, que tras la marcha de Tom Ford, ha dado un paso adelante y firme con Frida Giannini al frente. Un escaparate dispuesto a gritarle al mundo Aquí sigue Gucci, tan aspiracional como siempre y tan dispuesta a zafarse de la imagen de la pequeña empresa de marroquinería que fue, para mostrar el imperio que es hoy.
En DolceCity Barcelona: GUCCI

En los dos últimos años, el Paseo de Gracia de Barcelona se ha convertido en una de las mayores aglomeraciones de moda y lujo por metro cuadrado del Estado. La presencia de firmas como Gucci en dicho paseo, y de sus recelosas vecinas D&G, Valentino, Chanel y Louis Vuitton (por nombrar algunas), venía siendo necesaria en una Barcelona que aspira a ser algo así como una capital de la moda pero que, sin embargo, viaja a remolque de Madrid, como foco de inversión de grandes marcas de lujo.
El nuevo feudo de la firma italiana, el mayor de los tres que tiene en España, posee una decoración exquisita y muy sofisticada. La boutique cuenta con dos entradas, una que da acceso a la colección de prêt à porter masculina y otra, que lo hace directo a la prohibitiva marroquinería, dejando la parte interior de la tienda a disposición de la colección de mujer.
Sin duda, la apertura de esta tienda es fruto de una fuerte apuesta por la imagen corporativa de Gucci, que tras la marcha de Tom Ford, ha dado un paso adelante y firme con Frida Giannini al frente. Un escaparate dispuesto a gritarle al mundo Aquí sigue Gucci, tan aspiracional como siempre y tan dispuesta a zafarse de la imagen de la pequeña empresa de marroquinería que fue, para mostrar el imperio que es hoy.
En DolceCity Barcelona: GUCCI